Casa donde nació
Fue reclutado en el ejército alemán en el 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, y movilizado a los Países Bajos en 1944. Obligado a luchar, fue herido y capturado por soldados ingleses en 1944, permaneciendo en un campo de prisioneros de guerra en Colchester, Inglaterra, hasta 1946, donde aprendió inglés participó en teatro improvisado para prisioneros. Al finalizar la guerra, empezó a actuar en obras de teatro con una troupe ambulante, cobrando fama con sus monólogos de William Shakespeare y del patriarca y prócer de los poetas malditos, François Villon. Trabajó con grandes directores teatrales que inculcaron en él principios propios del teatro de la crueldad, abstracto y experimental, prohibidos durante el nazismo y también aprendió conceptos de la teoría de la representación que utilizaría durante toda su carrera. Pero Kinski pronto pasó a la industria del cine, que consideró mucho más rentable. Era además adicto sexual, de una coprolalia irrefrenable, y solía dejar a su paso una estela de enemigos personales debido a su grosería y agresividad. Debutó en el cine en 1948, en el film Morituri. Actuó en un gran número de películas, casi todas ellas de ínfima categoría, como él mismo reconocía al no importarle las diferencias de calidad o profesionalidad para ser exigente. Alcanzó cierto renombre con sus papeles de psicópatas y dementes, y llegó a ser de alguna manera estereotipado para ocupar dichos roles.
Su participación en Paroxismus ( Venus in Furs), en 1969, fue el punto de encuentro con uno de los directores con los que más conectó (quizá más que con Werner Herzog), Jesús Franco. Con el director madrileño trabó una gran amistad, quizá debido a la peculiaridad de sus respectivos caracteres. Otras películas que Kinski realizó con Franco fueron Marqués de Sade: Justine (1969), El conde Drácula (1970) y Jack the Ripper (1976). A principios de los años 1970 llevó a cabo una serie de polémicas presentaciones teatrales conocidas como Jesus Christus Erlöser o simplemente Jesus Tour, en las que se enfrentaba abierta y hostilmente al público, se autoproclamaba el mesías e incitaba la reacción visceral del auditorio con toda suerte de provocaciones. Los guiones completos de sus presentaciones, así como su grabación en audio, se conservan. El momento más célebre de esta presentación se puede encontrar en el documental biográfico Mi enemigo íntimo de Werner Herzog.
La reputación internacional de Kinski se forjó gracias a sus colaboraciones con el director Werner Herzog —a quien, curiosamente, había conocido cuando Herzog era todavía un niño, pues habían compartido pensión en Múnich. Protagonizó cinco de sus largometrajes: Nosferatu, vampiro de la noche un film clásico de terror que alberga una de sus mejores actuaciones, en un papel hecho a su medida, Aguirre, la cólera de Dios (o Aguirre, la ira de Dios), Woyzeck, Fitzcarraldo y Cobra Verde.
Después de la ruptura definitiva entre los dos artistas, Kinski siguió interpretando papeles en films de muy diverso tipo como: Androide, La chica del tambor, Venom, Psicópata y Crawlspace. Volvió al papel de Nosferatu en Nosferatu en Venezia y en 1985 rodó a las órdenes del director español Fernando Colomo El caballero del dragón.
Kinski, que se había retirado del cine y de la vida pública, preparaba sus memorias cuando murió a los 65 años, víctima de un ataque cardíaco, en Lagunitas, una parcela selvática en California.
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